Apenas iniciaba el año 2020 cuando los agentes de seguridad, Coreas y González, se percataron de la presencia de un perro callejero que día con día llegaba a una de las entradas del Ministerio de Seguridad, en la Alameda Juan Pablo II.
Al poco tiempo la presencia del perro en la acera se comenzó a pasar por consigna, entre los agentes que están a cargo de la entrada conocida como “Canopy”.
Cuando llegó el mes de marzo y el Gobierno decretó la cuarentena por la pandemia del Covid-19, las calles quedaron solas y el perro que hasta esa fecha no tenía nombre, comenzó a quedarse de manera permanente.
Eran días de soledad para un perro callejero, apenas se cruzaba los vehículos y las personas en las calles, había que sobrevivir, buscar alimento, compañía y la aceptación entre aquellos que pese a la pandemia seguían trabajando.
Para los elementos de seguridad ya no era una mera consigna verbal, ahora estaban más pendientes de aquel perro sucio que en medio de la cuarentena obligatoria, se convirtió en compañía y mascota.
Fue en ese momento que el jefe de seguridad y los demás elementos decidieron ponerle el nombre de “Sargento”, en alusión a su cercanía con el personal encargado de la vigilancia de la institución.
“Cuando vino ni ladraba, estaba flaco, golpeado de una de las patas de atrás; ahora hasta blanquito está porque ya lo estamos bañando”, dice el agente Saúl Coreas.
Sargento se ganó el cariño de los oficiales y de las autoridades de Logística, Dirección Ejecutiva y del Despacho del Ministro de Seguridad Pública. Ahora tiene, techo y su ración de alimentos especial para perros.
“Ahora ahí pasa con nosotros y si salimos hacer una ronda por la noche, nos acompaña, está como que si fuera de la seguridad del Ministerio”, dijo el agente Serbelio González.
Dotado de una habilidad especial, Sargento aprendió a adaptarse, sobrevivir al abandono, ganarse la confianza y ser parte de una familias de policías y agentes de seguridad.
Atrás quedaron los días de perro callejero y ya se ha convertido en un compañero y mascota de los agentes que día y noche vigilan el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública.
Se repite la historia: De guerrillero a presidente, de drogatico a presidente, etc.
Buena ensenanza,….,para mi tiene mas respeto este animalito que un burocrata ministro …. de esos que sirven solo para la foto
EXCELENTE 🙂
Parece que este era el grado de Rodolfo Parke, cuando asesoraba a Ponce.
Es un claro ejemplo para nosotros que hay que buscar la forma de encontrar lo que queremos no esperemos sentados en el banco de la puerta hay que salir y ser persistente como lo fue este noble perrito se gano lo que hoy tiene
muy buena obra excelente señores todos necesitamos tener una oportunidad para vivir.
lo mismo paso no hace mucho mucho la diferencia es que de el que yo hablo ahora es mala noticia